Es posible crear una cultura de filantropía dentro de una empresa a través de la concientización de la gestión y de los colaboradores. La responsabilidad social no es más que responsabilizarse de que las actitudes y posturas de cada uno pueden promover el bien de un todo. La frase “Sea el cambio que usted quiere ver en el mundo” de Mahatma Gandhi describe claramente cómo cada uno de nosotros puede y debe hacer su parte.
La responsabilidad social mejora el mundo a su entorno, ya sea en la vida de los colaboradores, clientes o en la comunidad que la empresa está inserta. Pequeñas empresas pueden adoptar prácticas simples y posibles que traen grandes beneficios para la comunidad.
Acciones puntuales que generan compromiso son de gran importancia, pues despiertan a las personas para mirar a su alrededor con el objetivo de hacer del mundo un lugar mejor para vivir.
No siempre las acciones de responsabilidad social tendrán exención de impuestos o cualquier beneficio financiero.
Llamamos esas acciones de filantropía, que nada más es que hacer el bien, sin mirar a quien, sin esperar algo a cambio. Son acciones del bien con el simple y único objetivo de ayudar al prójimo.
Algunas acciones internas que pueden contribuir de forma responsable con el medio ambiente:
1) Evitar el desperdicio de agua en las empresas
2) Imprimir a doble cara en cualquier documento
3) Evitar sumariamente la impresión de papel
4) Evitar el uso de vasos desechables
5) Hacer separación de envases desechables para colecta selectiva
Acciones externas que pueden contribuir con la comunidad:
1) Hacer campañas para donación de ropa, abrigos
2) Recaudar recursos para donar agua y piezas íntimas para residentes de la calle
3) Donación de productos de limpieza para instituciones del tercer sector
4) Hacer una agenda de voluntarios para visitar asilos o orfanatos de su barrio con frecuencia
5) Formar contadores de historia para trabajar voluntariamente en guarderías y orfanatos
Toda acción necesita un puntapié inicial. Muchas instituciones necesitan ayuda, desde cómo organizar las finanzas, los recursos humanos, y la recaudación de suministros para mantener la institución, y todo ello puede ser aplicado en el tercer sector en trabajos voluntarios. Basta un solo colaborador levantar la bandera y no tomará mucho para que los filántropos aparezcan para concretar un hermoso trabajo. Sea usted a dar el primer paso, sea el cambio que usted quiere ver en el mundo.